El dólar sube, la vida se vuelve más cara y, bueno, los útiles de aseo no se compran solos, algunos prefieren los desodorantes, otros una maquina de afeitar o jabón líquido. Además de esta extrañísima conversación hablamos sobre el futuro de cada uno, y obvio tratamos de motivas a Alejandro que algún día pueda navegar en su propio velero, para escapar de la presión inmobiliaria y no terminar viviendo hacinado como en Tokio.
Promedio: 0.0 (0 votos)
Debes iniciar sesión para comentar.